recent shows
  • Wayka
  • De náuseas, exhibicionismo y demostraciones de amo...
  • Las relaciones y las longitudes de onda.
  • El club de los 7
  • Batman ascendió pero no Nolan
  • La despedida
  • ¿Chancleta o sandalia? Ni es lo mismo ni es igual
  • Yo no me llamo 11
  • Yo no me llamo 10
  • Yo no me llamo 9

  • Step Back
  • noviembre 2005
  • diciembre 2005
  • enero 2006
  • febrero 2006
  • marzo 2006
  • abril 2006
  • mayo 2006
  • junio 2006
  • julio 2006
  • agosto 2006
  • septiembre 2006
  • octubre 2006
  • noviembre 2006
  • diciembre 2006
  • enero 2007
  • febrero 2007
  • marzo 2007
  • abril 2007
  • mayo 2007
  • junio 2007
  • julio 2007
  • septiembre 2007
  • octubre 2007
  • noviembre 2007
  • diciembre 2007
  • enero 2008
  • febrero 2008
  • marzo 2008
  • abril 2008
  • mayo 2008
  • junio 2008
  • julio 2008
  • agosto 2008
  • septiembre 2008
  • octubre 2008
  • noviembre 2008
  • diciembre 2008
  • enero 2009
  • febrero 2009
  • marzo 2009
  • abril 2009
  • junio 2009
  • septiembre 2009
  • octubre 2009
  • noviembre 2009
  • diciembre 2009
  • enero 2010
  • febrero 2010
  • marzo 2010
  • abril 2010
  • mayo 2010
  • junio 2010
  • julio 2010
  • septiembre 2010
  • octubre 2010
  • noviembre 2010
  • diciembre 2010
  • febrero 2011
  • marzo 2011
  • abril 2011
  • mayo 2011
  • diciembre 2011
  • enero 2012
  • junio 2012
  • septiembre 2012
  • noviembre 2012
  • diciembre 2012
  • octubre 2013
  • abril 2017

  • credits
    layout: detonatedlove♥
    pictures: ohhspontaneityy
    stocks: _excentric_
    abril 10, 2017   18:26

    Empecé a estudiar demografía y debo decir que estoy fascinada con el tema. Creo que he hallado mi vocación y que es el mundo al cual pertenezco. Los debates en clase son interesantes y se tocan puntos que me resultan atractivos, y aunque apenas estoy comenzando a adentrarme en el maravilloso mundo de la demografía y que las clases que he recibido son introductorias, puedo vislumbrar un sinnúmero de posibilidades abriéndose ante mí.

    Casualmente la última clase estábamos hablando de la mortalidad, tema que no es de mi particular interés pero del que he aprendido mucho y que por supuesto no es menos importante que los otros dos que conforman la demografía. Un tema muy importante de la mortalidad, es la mortalidad infantil, no sólo porque en términos afectivos es inconcebible que se muera un niño de menos de un año, si no porque la mortalidad infantil mide el nivel de desarrollo del sistema de salud de un país. En el momento en que una mujer queda embarazada, ésta es monitoreada permanentemente de manera que, si existe alguna complicación con la salud del feto, la madre y/o el recién nacido, el sistema de salud debería estar preparado para reaccionar frente a una situación como esta, lo que dejaría un espacio muy reducido de la mortalidad infantil a las muertes por enfermedades congénitas no evitables.

    Pensé entonces que si la mortalidad infantil era un medidor del desarrollo del sistema de salud de un país, debería suceder lo mismo con la mortalidad senil, es decir, la de los ancianos. Lo pensé porque precisamente las personas más vulnerables en una sociedad son los niños y los ancianos y son quienes más uso hacen del sistema de salud en un país. Sin embargo, la respuesta de mi profesor fue NO, la respuesta al porqué no, vino de una compañera que trabaja en el sector salud quien me habló de los AVPP: Años de vida potenciales perdidos, que son básicamente las pérdidas que tiene una sociedad cuando una persona fallece prematuramente. Se entiende que entre más joven sea la persona cuando muere, mayor es el AVPP, por lo tanto, un niño es altamente más valioso que un anciano desde esta óptica.

    Por supuesto que entiendo el concepto y la lógica subyacente al AVPP, soy economista y si hay alguien quien entiende perfectamente las cuestiones asociadas a la producción y maximización de beneficios son los economistas, quienes también, nos encargamos de lidiar con la escasez de los recursos, como el dinero, por ejemplo, el cual no siempre puede ir a toda la población que necesita ayuda del Estado y por esa razón se debe establecer a quién se dirige primero. Sin embargo, el concepto del AVPP no sólo no me parece suficiente sino deshumanizador y me resisto a la idea de dejar en último lugar a un grupo sólo porque lo que tiene para aportar en términos productivos a una sociedad es muy poco o casi nada; después de todo siguen siendo seres humanos.

    Es evidente que tengo un fuerte sesgo hacia el cuidado de la vejez, crecí y me eduqué con mis abuelos paternos a quienes les debo en gran medida lo que soy y lo que tengo y es precisamente por esta experiencia que rechazo rotundamente la idea de que un anciano no tiene mucho que aportar a la sociedad en términos productivos, no creo que cuando un anciano muere, la pérdida sea solo moral para la familia que lo pierde y unos cuantos amigos, de ser así, entiendo entonces, que Colombia y otros países con igual derrotero de pensamiento no han entendido en nada el papel que cumplen los abuelos en la sociedad.

    Más allá de ciertas ideas romanticonas y sentimentaloides, los abuelos (especialmente las abuelas) constituyen una parte fundamental en la crianza de sus nietos, al menos así lo ha sido en la cultura colombiana, donde los niños tradicionalmente han crecido en familias extensas (tíos, abuelos, primos, etc) o han estado a cargo de las abuelas (generalmente maternas) quienes sustituyen temporal y permanentemente a la madre o padres del niño. Los abuelos se convierten así en un soporte vital para los padres en la crianza de los hijos, primero, el amor de los abuelos es una amor desmedido y honesto que no está mediado por las preocupaciones de la educación, la cual le corresponde a los padres, los abuelos pueden educar desde la alcahuetería y sin el peso de la responsabilidad de “dar un buen ciudadano a la sociedad” porque su papel ya lo cumplieron antes, así que pueden dedicar un tiempo de calidad invaluable a los nietos puesto que no tienen la prisa que tienen los padres, tienen la experiencia que no tienen los padres y no tienen la responsabilidad que tienen los padres. Los abuelos son un soporte, un apoyo y como padres, nunca dejarán de estar ahí para acompañar a sus hijos en el proceso de crianza. Además, hay cosas que los abuelos saben que los padres no y que los nietos pueden aprender como por ejemplo, temas más relacionados con la vida, el amor, las relaciones etc. Los niños pueden aprender con sus abuelos a ser más pacientes, a aprender a tolerar, a no temerle a la vejez si no más bien relacionarse con ella de una manera más cercana, a comprender el mundo desde otra óptica más allá del "éxito", a ser más humanos y de paso a conocer un poco de historia. Las relaciones de amor y complicidad establecidas entre abuelos y nietos si son buenas, pueden llegar a ser muy estrechas e irrompibles, lo que no me parece que sea un evento menor en la vida de un niño, sobre todo cuando el tiempo de calidad es un tema que aparece siempre en los primeros puestos cuando se habla de la crianza en la época actual. ¿Entonces, por qué pensar que el tiempo de calidad debe ser únicamente de los padres? ¿Acaso los vínculos estrechos entre abuelos y nietos son menos importantes o tendrán efectos menos importantes o ninguno en la vida de un niño?


    Infortunadamente no hay datos que puedan demostrar mi hipótesis y en este momento no tengo ni siquiera una idea de cómo medirlo, lo que sí me parece triste es que como no se ha medido y no se vislumbra en un futuro una posible forma de hacerlo, entonces se desdeñe el aporte del adulto mayor a la sociedad. Los estudios sobre cuidado infantil dicen que cuando mejor es la educación que le dan los padres a sus hijos, cuando pasan más tiempo con ellos estimulándolos, etc, entonces el niño tendrá mayores probabilidades de tener mejores notas, un mejor desarrollo, conseguir mejores trabajos etc. ¿Por qué no medir entonces esos efectos con los abuelos? ¿Existirá alguna diferencia entre un niño que cuente con la educación complementaria del abuelo y un niño que no? Hace un mes fui a la librería Lerner a comprar un libro para el hijo de mi novio, en la librería tienen todos los sábados una actividad de lectura en la zona infantil, ahí pueden ir los padres con sus hijos a leerles un rato, mientras los niños juegan, pintan y se descalzan. Me sorprendió mucho observar que la mayoría de adultos que estaban ahí no eran los padres, eran o abuelos o tíos y pensé en lo afortunados que eran esos niños y sus padres al contar con tan maravilloso e invaluable apoyo. Estoy segura que en unos años, esos niños tendrán más y mejores herramientas para enfrentarse al mundo.




    2 comment(s):

    • On 10/4/17 7:28 p.m., Blogger Mauricio Duque Arrubla said...

      A mí se me ocurre que la medición es haciendo el cuidado de los padres o abuelos la intervención (con o sin cuidado) y en los niños se puede medir lo mismo que mida el mayor o menor grado de escolaridad (no sé que midan pero algo deben estimar a partir de cuánto tiempo estuvo uno en el colegio). O también puede ser una medición cualitativa como la de los psicólogos, algo sobre la diferencia entre tener o no cuidado paarental y cómo cambia el resultado según cantidad de tiempo y de pronto su calidad.

       
    • On 11/4/17 8:57 a.m., Anonymous Daniel said...

      Creo que estás mezclando dos cosas diferentes: la primera es la responsabilidad de la sociedad con los adultos mayores que no debe depender de si ayudaron a la crianza o no de su descendencia (piensa en los que no la tuvieron o no llegaron a ser abuelos) y que obviamente debe estar restringida al nivel de pensión. La segunda, hay muchos hogares todavía donde la madre hace de ama de casa y es la que lleva la mayor parte de la responsabilidad de educar a sus hijos. La forma de medir esto es sencilla: en Holanda, p.e., el 75% de la fuerza laboral de tiempo completo siguen siendo hombres; muchas mujeres siguen trabajando en casa y desempeñan trabajos de medio tiempo. A la practicidad de los AVPP le hace falta todo el análisis del valor para la sociedad de lograr que esos niños lleguen a desarrollar su potencial y no se queden en años perdidos si toman el camino de la delincuencia o terminan viviendo en la calle sin educación formal alguna. Felicidades por tu nuevo estudio :-)

       

    Publicar un comentario

    << Back home



    wilkommen
    Bienvenidos sean todos a mi casa, la que también es de ustedes. Pasen, sigan, siéntense o acomódense donde quieran, donde más les plazca. Eso sí, recuerden que ésta es la casa de una Bailarina, por lo que el espacio más grande, hermoso y agradable es el salón de baile. Ahí, es donde paso la mayor parte del tiempo, sola o acompañada, donde soy feliz.
    LET'S COME IN, LET'S GO DANCE

    all about moi
    A little bit of narcissism won't hurt, and vanity isn't a sin.

    Una negra disfrazada de blanca, gitana por azar, nueva economista, nostálgica, melancólica, irremediablemente terca, complicada y compleja, ambivalente, acuariana según el horóscopo, amante compulsiva del blues el jazz y el bossa, bailarina innata y bailarina de salsa casino, en exceso sensible, derretida por un chocolate y un vino tinto, cantante e imitadora por hobby y alguien que empezó hace algún tiempo a descubrir quién era en realidad....

    My favorite things
    Bailar, bailar salsa casino, leer, escuchar música, cantar, hacer teatro, ir a eventos culturales, hablar basura con las personas que quiero, tener momentos a solas que me permitan interiorizar, disfrutar al lado de mi familia y estar en la red, el cine, mis amigos, los hombres, el sexo, la sexualidad, el arte...el cuerpo

    The Breath of Other
    tagboard here (where to get one)

    DEJA TU HUELLA AQUÍ




    Thanks
    designer   DancingSheep
    resources   + +
    Blogskins